El poder de tu enfoque ante la crisis del Covid-19

EL PODER DE TU ENFOQUE ANTE LA CRISIS DEL COVID-19

El poder de tu enfoque ante la crisis del Covid-19

La situación es absolutamente surrealista, leo, veo, escucho las noticias y me parece asistir a uno de esos guiones de películas catastrofistas.
Pero no es un guion.
Es la realidad.
Voy a un supermercado y ¡no hay papel higiénico! (Pero ¿qué hace la gente con el papel higiénico?).
Ayer, 17 de marzo, fui a un centro comercial y jamás había visto una cola tan inmensa para pagar, sin exagerar en absoluto, tenía más de 100 metros, llegaba de extremo a extremo del espacio comercial.
Pero hasta aquí no te cuento nada nuevo. Supongo que tú también lo has vivido.
Estamos en la crisis del Covid-19
Lo importante es qué hacer en esta situación y cómo hacerlo, porque en la vida todo es cuestión de percepción.
Donde unos ven un problema en el quedarse en casa recluidos a la espera de que todo pase, otros lo ven como una oportunidad para jugar con sus hijos (cosa que hacen poco), conocer un poco más a su pareja, leer ese libro que siempre han querido leer, o aprender a meditar (algo realmente interesante).
Donde unos ven una catástrofe: “He perdido todos los clientes, tengo la agenda vacía”, otros ven oportunidades: “Por fin tengo tiempo para explorar esta idea, o el mundo on-line, o escribir el libro que siempre quise escribir”.

Todo es cuestión de enfoque.

Nuestro cerebro no está hecho para ser felices, está hecho para sobrevivir.
Y, por ello, es nuestra responsabilidad como seres inteligentes y adultos conscientes, tomar las riendas y la disciplina diaria para que esta situación acabe siendo algo positiva.
¿Pero por dónde empezamos?
Por el enfoque.
Todo es cuestión de enfoque.
Verás… ¿Alguna vez te ha ocurrido algo parecido a esto? Estas comiendo con unos amigos y teniendo una conversación súper interesante cuando, de repente, tu pareja te dice: “Cariño, ¿Puedes ir a la cocina a por un poco de sal?”, tú te levantas a regañadientes porque la conversación está en un punto súper interesante y dando tu opinión, a la vez que caminas por el pasillo, llegas a la cocina, empiezas a mirar por todos lados y te dices: “La sal… la sal… ¿Dónde diablos está la sal?”, entonces gritas: ”¡Cariño, no veo la sal por ningún lado!” y tu pareja responde desde la sala: “Está en el segundo estante en el armario de la derecha”, y tú sigues buscando…: “La sal… ¿Pero dónde está la sal?”, a los 10 segundos vuelves a gritar: “¡Mi vida, aquí no está la sal!”. Tu pareja viene desde la sala, se acerca a ti, estira la mano y coge la sal del segundo estante justo delante de tus ojos y te dice: “¿Y esto qué es?” y tú te quedas con esa cara que tú y yo conocemos.
¿Por qué no veías la sal si siempre estuvo allí?
Porque se ha producido lo que podemos llamar un “Escotoma mental de percepción”. Un escotoma hace referencia a un punto ciego en la visión.
Pero en este caso, tú veías perfectamente, ¿Entonces que ha ocurrido?
Que tu cerebro ha creado un punto ciego de visión activando tu S.A.R. Tu Sistema de Activación Reticular.

Tu S.A.R. determina lo que percibes o no. Entrénalo, adiéstralo y las gafas con las que ves el mundo cambiarán.

La sal siempre estuvo allí, pero tú no podías verla.
Verás, el cerebro capta cada segundo, millones de bits de información, por los ojos, por el tacto, por el oído, por la percepción del espacio…, si tu cerebro atendiese a toda esa información, directamente perderías la cordura. Entonces tu cerebro filtra la información y solo deja pasar AQUELLA INFORMACIÓN EN LA QUE TE ENFOCAS.
Eso es lo que hace el S.A.R., solo te permite percibir aquello en lo que te enfocas.
Hagamos un experimento. Si quieres divertirte, para la lectura cuando te lo diga, no sigas leyendo, y haz lo que te diga, ¿De acuerdo?
Allá donde estés comienza a mirar a tu alrededor y busca todo aquello que sea de color rojo. Rojo, pero rojo de verdad. ROJO-ROJO-ROJO, ¿Sí?
Muy bien, pues para de leer y busca todo lo que sea ROJO que haya a tu alrededor.
¡Vamos allá!

¡Perfecto! Ya tienes todas las cosas rojas registradas.
Ahora cierra los ojos y enumera en voz alta todas las cosas azules que hay a tu alrededor.
¡No hagas trampas!
Cierra los ojos y piensa en todas las cosas azules que has visto.
¿Qué sucede? Puede que recuerdes alguna… pero lo normal es que no recuerdes muchas. Echa un vistazo ahora y mira todas las cosas azules que hay a tu alrededor.
¿Qué ha pasado? Que antes, estabas buscando las cosas rojas, no las azules. Tu S.A.R. ha entendido el juego y ha discriminado todo aquello que no fuese rojo.
Este es el poder del enfoque.

Por lo tanto, es vital para salir de esta crisis en la que estamos inmersos que hagamos un ejercicio de enfoque profundo.

Si me enfoco en los infectados, en el miedo, en la psicosis, eso es lo que veré por todos lados, mi creatividad se bloqueará y la angustia se adueñará de mis días de aislamiento.
Sin embargo, si nos enfocamos en: ¿Qué puedo aportar?, ¿Cómo puedo contribuir?, ¿Qué puedo hacer que siempre he querido hacer?, ¿Cómo puedo construir estos momentos y hacer algo bonito de toda esta situación?, ¿Cómo nos podemos divertir hoy?… te garantizo que la vivencia de esta situación va a ser realmente memorable y bonita.
Todo está en el enfoque mental. Todo está en tu percepción.

Ante todo evento hay algo que siempre puedes hacer: ELEGIR

Elegir lo que piensas. Nadie en este planeta puede quitarte esa libertad. La libertad de elegir qué es lo que piensas.
Aprovechemos el tiempo concedido. Dejemos de maldecir y seamos proactivos. Apliquemos la tolerancia y la comprensión, la colaboración y el apoyo mutuo; y de esta forma saldremos fortalecidos de esta o de cualquier crisis.

Iñigo Sáenz de Urturi.
TOP 100 SPEAKER

Iñigo Sáenz de Urturi
inigo@inigosaenzdeurturi.com