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23 Sep Terminator II
Lección de inversión del malo malísimo de la película.
¿Recuerdas Terminator II?
Si no la has visto, trataré igualmente de que el post de hoy te resulte interesante.
Voy con spoiler.
Por centrarte un poco, en Terminator II, Arnold Schwarzenegger..
Vaya tela con el apellido…
No sé si lo has escrito alguna vez… pero tiene tela.
Al tema.
Arnold hacía de bueno y el malo era un tipo delgadito y que de primeras apenas daba miedito
Pero el tipo tenía una muy valiosa cualidad; se hacía líquido y conseguía atravesar cualquier superficie que tuviese un orificio.
Y si le disparabas, casi al instante volvía a su forma.
Un malo malísimo de esos que según avanza la película piensas, ¿cómo harán los guionistas para acabar con este tío?
Al final se lo cargaron porque como se creía invencible, se pasó de listo. Su ego le traicionó.
Más o menos es lo que pasa en el mundo de las inversiones muchas veces.
Hay gente que, o bien se pasa de lista y piensa que conoce cómo va a reaccionar el mercado y se expone más de la cuenta y luego ¡oh sorpresa!, el mercado evoluciona de otra manera y tiene una gran pérdida.
También los hay que juegan temerariamente, como si fuese una lotería. Pero en vez de apostar 1 o 2 euros, apuestan 500 o 2.000 euros, como quien compra un boleto del euromillón. Y luego pasa lo que pasa…
Retomo ahora el malo de Terminator II. Tenía una característica muy interesante para el buen inversor; la liquidez.
Tener liquidez es esencial para quien quiere sacar jugosas rentabilidades. ¿La razón? Porque el mercado siempre da oportunidades para los que están atentos… y preparados.
Por eso siempre hay que guardarse algo de liquidez.
Para aprovechar esas grandes ocasiones.
Lo que ocurre es que cuando estás en liquidez, no obtienes rentabilidad.
Y hay personas a las que esto les pone muy nerviosas.
Y comienzan haciéndolo bien, pero cuando ven que pasan 2 o 3 meses sin generar nada porque están en liquidez, se ponen nerviosas y hacen alguna operación (casi por vicio), y cuando llega el momento adecuado, ya no pueden aprovecharlo, porque están invertidos “en alguna mierda” porque no supieron esperar.