16 Ene ¿Qué es lo que motiva al Ser Humano?
¡Hola!, mi nombre es Iñigo Sáenz de Urturi, conferenciante y formador de alta dirección, y es un placer darte la bienvenida a este artículo.
El ser humano se mueve solo y exclusivamente por emoción. Y es esta inherente característica que poseemos, la que nos permite mantenernos motivados, satisfaciendo así nuestras necesidades de crecer, compartir y amar. Sin embargo, ¿por qué hacemos lo que hacemos para mantenernos motivados?, déjame contarte lo siguiente:
Con la entrada del nuevo año, nuestros propósitos vuelven a renovarse, mudando de piel. Nuevas metas, objetivos y motivaciones, que son energía en movimiento. La intención es energía en movimiento. Y unas intenciones se suman a otras y, si abres tu percepción, serás capaz de captarlo inmediatamente.
A veces, no se puede explicar. Tampoco es necesario explicarlo. Tan solo, sentirlo.
Lo que sí está claro es que sucede. Las personas sueñan con un futuro mejor, y eso solo se puede esperar, ineludiblemente, junto a las personas que nos rodean. Las personas se desean cosas bonitas, se hacen regalos, comparten momentos, hablan, ríen, planifican juntas.
Y todo el mundo, a poco que aparquemos nuestro ego, podremos sentir un impulso renovado, ganas de hacer las cosas de forma distinta. Ganas, en definitiva, de cambiar, de evolucionar, de crecer.
Y eso es precisamente lo que motiva al Ser Humano: su necesidad de crecer, su necesidad de compartir, y su necesidad de amar.
¿Quieres aprender a liderar? Enseña a las personas a crecer, a compartir y a expandir su amor por lo que hacen.
En ocasiones, tenemos la sensación de que todo el mundo viene a pedirnos algo, a vendernos algo, a «meternos la mano en el bolsillo», y llega un punto en el que decimos: «¡basta!»
La sensación de que solo damos y no percibimos puede ser abrumadora… ¡todo el mundo pidiendo lo uno o lo otro!; sin embargo, la satisfacción que produce dar a los demás no tiene igual, no tiene parangón. Y obviamente, no solo hablo de dar dinero.
Dar un «buenos días» con entusiasmo y pasión llena el alma de aquella persona que lo recibe. Porque así lo sientes, porque es un nuevo día donde todo puede suceder, porque es un nuevo día que la vida te regala. ¡Estás aquí, sigues con vida!
Dar un «gracias» sincero y desde el corazón a aquella persona que hace de tu vida una experiencia inolvidable: al camarero que te sirve el café con una sonrisa, a la dependienta que te atiende con amabilidad, a esa persona que te cede al paso al entrar en el centro comercial, a tu pareja por amarte, a tus hijos por quererte, a tu familia por compartir contigo y siempre estar a tu lado, al amigo o amiga que te escucha cuando lo necesitas… gracias, gracias, ¡gracias!
Dar un «lo siento», cuando sabes que te has equivocado, cuando sabes que has herido, cuando sabes que te has pasado… Lo curioso del «lo siento» es que aligera el espíritu de quien lo da y de quien lo recibe. Libera el peso del alma, y eso hace que la sonrisa pueda aflorar en tu rostro. Y de repente, el mundo se convierte en un lugar más agradable para vivir, un poco más suave, cercano, cálido, amable…
Las personas que nos rodean y, nos ayudan a satisfacer nuestras necesidades motivacionales, son el elemento más importante que poseemos a nuestro alrededor. Es por ello por lo que, será esencial saber comunicarnos con ellas, influir en ellas, conectar con ellas.
Ahora, permíteme preguntarte: Si llevas estas acciones a efecto… ¿Es el mundo el que habrá cambiado?, ¿O serás tú quien habrá hecho que TU mundo cambie?
Un abrazo, y que tengas un gran día,
Iñigo Sáenz de Urturi